jueves, 28 de mayo de 2015

HISTORIAS DE CURAS Y MONJAS.


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 Bous en el Cabañal. Foto: http://cinabrio.over-blog.es/ 


Amparo LLorens Botella y algunos de los alumnos de la Escuela teníamos una especial relación. Especialmente los de fuera de Valencia. Ejercía de madre. Amor, consejos, paellas y pastel de galletas con chocolate.
Conservo la foto en que ella y sus compañeras del Hospital de la Cruz Roja, cuya ubicación no recuerdo, pero creo que era Nazaret, posan puño en alto, inmaculadas con sus uniformes, bellísimas.

" Al principio de la guerra despareció el Cura (del Cabanyal?). Empezó la gente a decir que han matado al cura, nadie lo ha visto, seguro que lo han matado. El chiquet de no mes de quinse anys dijo: Con las orejas de ese estuvimos jugando a la pelota en el carrer.
 Cuando entraron los fascistas les fueron con el cuento de  las orejas, lo llevaron preso y a los dos días lo llevaron con otros para fusilarlos. El chico lloraba, decía que no había hecho nada malo. Sus compañeros de martirio le dijeron: No llores, te van a matar igual, saca pecho, levanta el puño y muere como un hombre. Gritando ¡Viva la República!. Así murió el pobre chico, como un hombre,
Al poco tiempo apareció el cura. Tenía las orejas, nadie dijo nada, nadie volvió a hablar del chico"
De los muchos dolores que Amparo me contó, este fue el que más me marcó. El de la superficialidad, el de la injusticia.

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