jueves, 28 de febrero de 2013

CASTELAO Y COSPEDAL.

Antes de que los nacionalistas de derechas y los "nacionalistas de izquierdas" se apropiasen de su imagen,  es decir cuando yo era joven, fui un lector y admirador de la obra de Castelao, hoy sigo siendo admirador de su obra y de su facilidad para captar a un negro haciendo "candomblé" o a un niño rural indagando en su realidad. Esto último me impresionó sobremanera. El niño de aldea vestido de harapos remendados preguntándole al padre con boina: 
-¿Por que los ricos son más guapos?
En el dibujo se veían pasar otro padre con su hijo, ambos con traje y corbata, el padre con sombrero y el niño muy repeinado.
Mi padre aprendió a leer en una escuela nocturna para adultos de la República cuando tenía dieciséis años, el día era para las faenas agrícolas. Era el único varón en su casa, pues los otros, su padre y tres hermanos estaban en la emigración en Argentina. Estuvo en aquella escuela nocturna  cuatro años, leía y escribía correctamente, sabía hacer cálculos con fracciones y se puso muy contento cuando descubrió conmigo las ecuaciones de primer grado. La movilización y la guerra interrumpieron su formación, para  con pena y muchos años más tarde contarme que los falangistas habían " paseado" a su maestro por el grave delito de ser de la CNT, como él mismo, a pesar de combatir con los facciosos y ser ascendido y condecorado. 
Me inculcó el respeto por lo escrito, y un complejo de inferioridad hacia la gente con estudios. Cuando estudié un poco y trabajé con gente que lo había hecho, cuando en mi vida de trabajador conocí algunos estudiosos de "casta" se me pasó el complejo y la sobrevaloración por lo escrito, pero siempre me acordaba de Castelao, la diferencia era el traje, el sombrero y el peinado. 
Pero si esa sobrevaloración de los ilustrados no hubiese quedado anulada por la vida, la actual superpoblación de dirigentes de nuestro maltrecho país, poseedores de títulos y aranceles, me liberaría de cualquier complejo al respecto.
Ver a la Sra. Cospedal, dando una magistral lección de Derecho Laboral diferido, y al Sr. Floríano dando una conferencia sobre Derecho  Administrativo curan a cualquiera de su complejo de analfabetismo. Cospedal es Abogado del Estado, y Floriano es Licenciada o Doctor en Derecho.
No me extraña que Federico F. diga que Cospedal le pone. Eso si: de rodillas con peineta y ligueros.
Así le va al Estado y al Derecho.


2 comentarios:

  1. Estoy tan decepcionado con los unos y los otros que ha llegado un momeno en que siento una cierta repugnancia política. En general todo es de verguenza ajena. Y propia.

    Un fuerte abrazo y tú que sigues en la brega, suerte y fuerza.

    ResponderEliminar
  2. Gracias hombre, pero tenemos que seguir peleando, difundiendo, poniendo un punto de espíritu crítico, sabiendo que poco se puede hacer. Un abrazo.

    ResponderEliminar