lunes, 20 de diciembre de 2010

SOMOS CHINOS.


Mi Santa odia que escriba mítines. Dice, con razón, que soy más yo mismo cuando me pongo en relato épico. Pero es un tiempo de paradojas. Un tiempo en que los creyentes de la izquierda hemos sucumbido a golpes de traición e incompetencia. Ya estaba mosqueado cuando el Presidente del Gobierno hizo dádivas despilfarrando el dinero de todos al tiempo que perjudicaba a los más necesitados: Cheque bebé universal. Sueldos vitalicios y pensiones a políticos y altos cargos. Cuatrocientos euros a todos los que hacemos declaración, no dándolos a quienes no hacen declaración por no alcanzar el mínimo. Penalización a los empleados en precario, aumento de impuestos indirectos. Podría seguir con una lista que hiciese que mis tres lectores se ciscasen en el Presidente, su parentela y en la de todos sus asesores, como hago yo en mis ataques de desencanto. Pero creo que hay que moverse ya.

Soy contrario al uso de la huelga contra las situaciones de injusticia como la vigente. Soy partidario de la acción boicot: Producir más, hasta agotar suministros aumentando el "stock" (huelga a la japonesa), puenteo de contadores para no pagar el suministro eléctrico, que los funcionarios informen a los ciudadanos de forma que puedan sortear los expedientes sancionadores, recurriendo en los casos de manifiesta injusticia a defectos de forma o plazo que anulen los expedientes.
Avanzamos hacia una sociedad profundamente insolidaria e injusta: Administrados por triplicado. Muchos trabajadores en paro y los cuatro que se desloman para mantener a diez sufren la pérdida de sus derechos más fundamentales. Mientras, las instituciones tiran el dinero en obras faraónicas como centros culturales vacíos, universidades con un nivel ínfimo, eso si, una por pueblo, un aeropuerto internacional cada cincuenta kilómetros y megapuertos sin barcos pero con restaurantes construidos en el dominio público. Estaciones de tren convertidas en centros comerciales o casas rurales. Ayuntamientos humanizados sin transporte público ni lugar donde aparcar. Miles de sin techo mientras hay miles de casas vacías. Para que el sistema de pensiones funcione inventan el sistema de que los viejos trabajemos hasta morir. Mientras, los contratos de jóvenes cercanos a los cuarenta años no han llegado a cubrir seis meses de ocupación por año. Muchos de ellos con formación universitaria y buenas notas. Cuando tengan sesenta años habrán trabajado menos de quince. No tendrán relevo generacional, pues en esas circunstancias no compensa traer hijos a esta sociedad. Su riesgo de accidentes se multiplica y su productividad disminuye por inexperiencia y falta de hábito en el trabajo. La delincuencia ya está aumentando, con regocijo de jueces y abogados de oficio que piden más efectivos y la gente más cárceles para los insumisos.
La economía neo-liberal nos ha traído a donde estamos y nuestro desgobierno nos da nuevas recetas liberales para salir del pozo. La panda de sinvergüenzas que hemos elegido para que legisle, organice y gobierne han metido la economía en una fiesta de nepotismo y endogamia. Todas las sociedades que se hundieron desde que se sepa se hundieron por esto. Fragmentación de la administración, despilfarro, parentela e incompetencia.
En la aldea suburbial donde me crié la escuela no tenía luz ni retrete. Cagábamos en un agujero al que el dueño de la casa echaba tojo y luego retiraba convertido en estiércol. Mis coetáneos y la generación siguiente somos poco instruidos. Ya nadie trabaja, jubilaciones por lumbalgia o mentales, el paro... pero hay unos modelos de coches tan pretenciosos y aparentes, que por la mala carretera y los caminos solo circulan mercedes y audi, eso sí importados de segunda mano para que no se note en la matrícula que son viejos. Los chicos lamentablemente siguen el camino de sus padres. Horas de inactividad y cotilleo. Y este es nuestro país.

Pazó estuvo en China y le pregunté como lo vio.
-Está llena de chinos, hay chinos por todos sitios.
-¿Y que esperabas?
-En los museos aquí ves grupos de asiáticos, en los lugares de afluencia se ven grupos de extranjeros. Pateé media muralla china y solo había chinos, chinos, chinos... Eso sí, la hostia de coches de gama alta, no ves un coche normal y todos a toda leche.
-Como en mi aldea, debe ser el resultado de la miseria.

¿Serán Zapatero, el Gobierno y la Oposición, chinos? ¿Seremos chinos los pobres?

jueves, 16 de diciembre de 2010

LA ENFERMERA.

Cuando un tipo enfermizo como yo piensa en una enfermera, le sale un guión de película porno. No se me pongan cachondos que hoy estamos paternales. Al igual que no sé por qué muchos de mis conocidos y algunos amigos son artistas, tengo algunas relaciones muy entrañables con componentes del gremio de la regeneración y el cuidado de humanos. Y tanto los unos como los otros me han alegrado la vida desde joven.
Marta es una enfermera de la edad de mi hijo con la que tomo café. A veces para que no se crean que no curra me toma la tensión, apoyando mi brazo en su cadera. Le dije, Marta esto de tomar la tensión con estas confianzas, a los viejos nos pone. Desde ese día me toma la tensión con la puerta abierta.
Es una chica dulce, bella, y lo mejor, es muy divertida. Esas cosas se deben heredar, pues las historias de su hijo de seis años en la escuela son de este tenor.
-Mamá estoy enamorado de Matilde.
- Ah, muy bien, ya me irás contando.
A los pocos días.
-¿Que tal con Matilde?
-No me hace caso, solo está con Jorge.
-¿Y que vas a hacer?
-No sé, tendré que aprender a vivir solo.

sábado, 11 de diciembre de 2010

PESOS Y MEDIDAS.


He convocado a los indeseables que me aconsejan. En la taberna, naturalmente. Vino solo el tabernero. Me dio mi dossier de ron. Le eché un vistazo y lo liquidé en dos tragos y un par de miradas torvas. El tema que nos preocupa en la comunidad internacional de albañiles aficionados (CIAA) es la imprecisión de las medidas. El tabernero propone que la culpa es de las religiones del libro, son imprecisas, literarias. Como todos los autodenominados civilizados hemos sido educados en ellas, desconocemos genéticamente el significado de las medidas. Así cuando se dice Matusalén vivió mil no se cuantos años, ¿solares o marcianos?, con seguridad social o con milagro."In illo tempore Caesar suas legiones dixit:", En en año II de su frustrante permanencia en las Galias, cesar les dijo, sería lo correcto. Y las religiones se han empeñado en que aprendamos estas chorradas y como consecuencia de ello un ministro de Hacienda dice: La economía está en caída libre, ¿en el vacío o en el aire?. Se puede caer libremente el Ministro. Se le atribuyen a las medidas y a los pesos condiciones físico literarias. Estabilidad. Donde tiene el centro de gravedad y cuanto es su base para ser estable. Una relación estable. Lo mismo. Si es por conveniencia, debería decirse establecida.

O cuando un ministro con formación de Ingeniero de Caminos recomienda como puerto de destino de un petrolero "El quinto pino", ¿a que velocidad deberá navegar hasta el cuarto pino?. Seguro que a toda hostia. O el encargado de la gestión dice que las pérdidas son pocas, unos hilillos de plastilina. Los marineros sabemos que a partir del cuarto pino hay que parar máquina, pues tardará ochenta veces su propia eslora en pararse, si aproa al viento menos.

Si aquí hasta los de ciencias son de letras, cuando alguien dice que va a tomar medidas es para echarse a temblar. Así, las medidas que dicen los de la oposición son para "infundir confianza" en los inversores y "dar esperanza a las familias de parados", medidas teologales. No vuelvo a fiarme de nadie que tome medidas y no traiga una diez millonésima parte de cuadrante de meridiano terrestre en la mano, o no diga que deberé navegar al 240 verdadero un arco de 350 minutos de círculo máximo antes de hundirme. Unos pesaos, somos unos pesaos. ¡Albañiles al poder!. ¡Cada ciudadano un metro y un juego de pesas y medidas!.

jueves, 2 de diciembre de 2010

EL CLUB LA BUENA VIDA.

Yo soy de la radio. No me impide mis curres de albañil, excepto cuanto estoy de hormigonera, me entero de las movidas que quieren que me entere, escucho gente interesante o coñazo (perdón por el adorable sexismo) y saco algunas conclusiones. Ciertamente casi todos hemos utilizado los medios de difusión para tocarle las pelotas a alguien. Generalmente al poder, pues lo único que atemoriza a quienes lo detentan es la información libre. Cada vez es más dificil y lo agravan los portavoces.
Hoy viví un ejemplo. Pontevedra como muchas ciudades tiene una plaza porticada, siempre se llamó "A ferrería", pues en la edad media se ubicaban allí curtidores y herradores, luego se llamó del Generalísimo y hoy de la Constitución. Allí se reune la sociedad, mamás con sus niños, jubilados a pasear, desocupados permanentes, mendigos y yo.
De chaval quería ser mendigo, luego Víctor Manuel saco una canción y me quedé para siempre colgado de los mendigos, escucho sus conversaciones en los descansos de Don Simón, me indigno cuando piden de rodillas o me dicen que es mejor pedir que robar, siempre creí que el robo es más decente que la mendicidad. Un atracador de bancos en esta sociedad me parece un tipo decente. Una puta carterista, un chapero navajero, me parecen más decentes que sus clientes.
Ahora a los pobres nos llaman personas con riesgo de exclusión social. Y pongo el "nos" porque somos todos. O casi todos. Y venía yo escuchándolos en la radio de vuelta de la ferretería, donde no sé si necesito ir o voy por ver a Tamara y sus ojos azules. Los del riesgo de exclusión social protestaban y se reunían en los soportales de "A Ferrería". La radio del coche me puso su opinión en contra de que la Concejalía Social, o como se llame, por un recorte de gastos suprime su "programa de inserción para personas con riesgo de exclusión social", en este galimatías sociopolítico la portavoz mujer se expresó bien, inteligentemente. Dijo que la habían apoyado, que le encontraron trabajo, que luego la despidieron varias veces, y que las personas que la apoyaban tenían que dejarlo por la crisis, dijo que ahora estaba en un curso de costura y reciclaje textil para aprender a buscarse la vida. Luego vino el portavoz varón, solo acertó a decir que vivía en la calle, que le daban una pensión, o una paga, no entendí. Cuando el locutor le preguntó por su actividad en el programa dijo: "Estoy en el club de la buena vida" y hablo vagamente de apoyo sicológico. Cuando a los trabajadores nos representan profesionales de la representación, a los pobres nos representan miembros del club de la buena vida, y a los artistas la SGAE estamos jodidos. Ya no quiero ser mendigo. Y cualquier día de estos dejo de escuchar la radio y me paso al silencio.

jueves, 25 de noviembre de 2010

LA RUINA.


- Buenos días. Soy Ricardo Sogranez, de la Consejería Económica de Presidencia. ¿ el Sr. Mera por favor?.
-Si, soy yo...
-Mirujté, le llamamos porque según su historial es usted un experto en ruinas y guerras perdidas. Habrá usted oído de la situación y quisiéramos contar con su opinión...
- En primer lugar soy un experto en ruinas y guerras perdidas porque soy gallego, y eso te cae, no lo buscas. Además soy socialmente rebelde y eso lo busco. Trato de restaurar las ruinas y eso es otra guerra perdida, eso también lo buscas...
-Oiga, que yo no le llamo para que me cuente su coñazo de vida.
-Pues yo creía que querían contar con mi experiencia.
-...!
- De esta tierra y de otras, en los años cincuenta y sesenta salieron millones de personas. Eran jóvenes oficiales: mecánicos, albañiles, carpinteros, marineros que se fueron a otros países, y dieron su juventud, trabajando a cambio de una vida digna y ser tratados como personas. La generación siguiente de obreros pasó de aprendiz a oficial, o directamente a empresario, sin maestros. Los años setenta y ochenta fueron años de chapuza nacional. Los noventa y dos mil con aquellos jóvenes emigrantes retornados como jubilados, viviendo de la pensión, fueron años de plusvalías financieras, pero todo el mundo era gestor, nadie producía nada. Para producir vinieron jóvenes de otros países, americanos, africanos y europeos.
Para alojar a esos millones de personas, que como los nuestros, eran los mejores de su generación, se construyeron millones de viviendas, los bancos llamaban a un tasador y el este sobrevaloraba la vivienda y en la hipoteca se incluían gastos de escritura, muebles, coche nuevo y unas vacaciones.
 Los incautos fueron pagando mientras tuvieron trabajo, cuatro millones de recién nombrados propietarios fueron pasando a las listas del paro, les ofrecieron billetes de vuelta, pero sus hijos están aquí, su casa está aquí.
 Cuando un tipo tiene pendientes de pago, pongamos cien mil euros de su hipoteca de doscientos mil y no puede seguir pagando, el banco se queda con la casa, la sacan a subasta, nadie la compra y el banco se queda con ella por treinta mil euros. El ciudadano se queda en la calle pero sigue debiéndole al banco que le dio todas las facilidades setenta mil euros. Esto es un robo, la tasación sobrevalorada debería ser una estafa y una falsedad de documento publico del tasador. Pero mire, no hace mucho tiempo un experto me decía que lo importante no es tener dinero, sinó tener crédito. "¿Deudas?" pregunté. "Capacidad de endeudamiento" dijo sonriente.
- Vamos al grano, ¿que futuro ve usted?
- Pues malo, este es hoy un país de viejos. El dependiente más joven de la ferretería donde compro debe tener cuarenta y cinco años, se tiñe las canas y trabaja muy aprisa, pero ya es un viejo. Aunque seamos viejos vitales nos volvemos conservadores, hacemos las cosas como se han hecho siempre, y los que tenemos trabajos más o menos fijos somos gente mayor de cuarenta y cinco años. Para cambiar las cosas es necesario la fuerza, imaginación e ilusión de los jóvenes que la tienen. Les han engañado con cursos y masters, doctorados y segundas carreras, tenemos la generación de parados más diplomada de la historia de la Humanidad. Los empleos precarios, ajenos a su formación con largos periodos de inactividad, les han llevado a los treinta y tantos años sin un trabajo continuado, que es un entrenamiento necesario, sin ingresos y sin poder mover sus propias vidas, sin esperanza. Si es necesario sacrificar a alguien, debemos sacrificarnos los viejos, dejar sitio, aunque ganemos menos.
-Pues los planes de los técnicos son otros...
-Pues si que llevan diez años acertando los técnicos Sr. Sogranez...
-Jose, para de una puta vez, que vaya noche tienes hoy...
-Antes te gustaba dormir conmigo...
Y seguí durmiendo.

A Codorniu.

domingo, 14 de noviembre de 2010

FAREROS 1978.

De izquierda a derecha: Joan Ruiz Solanes, nº 1 de la promoción, fue excluido por pasar de los treinta años, Vivió en Creus, con su compañera, Elvira. Josep María Moral Plana, Decca del Suspiro del Moro (granada) y Palamós. Juan Martínez, Isla de Sálvora y Trafalgar. Mera, Silleiro, Sálvora y Balizamiento de Vigo. Jaume Frontera, Isla de Ons, Cabo de Gata, Palma. Julio Vilches, Faro de Sálvora hasta la actualidad. Elvira Pujol Font, Far de Cap de Creus. Una visita de Palma. Rita Gandolfo. Joan, Juan y Elvira estaban de visita, faltan Florencio y el Charro.
Desde el momento de convocar oposiciones hasta la fecha de los exámenes podía pasar hasta un año.
Así que después de un intento de montar el arca de Noé con unos amigos, una granja ruinosa, me puse a trabajar en una empresa de maquinaria, de vendedor. No podía arriesgarme a irme a navegar mientras esperaba. Si no cumplías contrato tendrías que pagar tus viajes y el del relevo. Los contratos eran de nueve meses y tres de vacaciones. Nunca se sabían las rutas. Los telegrafistas ganábamos entre ochocientos y mil dólares de sueldo, además, por hacer los trabajos burocráticos nos daban el diez por ciento de las ventas de la cantina, unos trescientos dólares más . Excepto en algunos barcos de Capitán español, que él se quedaba con el diez por ciento, pero el telegrafista hacía el curre igual.

Cuando empezó el curso de preparación de las oposiciones me fui a Madrid, fui a la Academia y comencé a estudiar. Desde la última vez que lo había hecho habían pasado ocho años. Las materias eran: Matemáticas, Electricidad, Electrónica, Física, Señales Marítimas, Dibujo lineal y Taller, Nociones de Derecho administrativo y organización del estado (Oral). Eran eliminatorios los dos primeros exámenes, Matemáticas y Taller.
Era una academia en Amor de Dios, se llamaba Zener y aún existe . Al menos el cartel. En el piso de abajo estaba la Academia de danza de Antonio Gades.
El Profesor de Matemáticas y Señales Marítimas era Salas, un funcionario del Servicio de Señales Marítimas, que ocupaba un inmenso despacho en el Ministerio según pudimos ver luego, pero sus conocimientos en ambas áreas eran nulos. Su frase favorita era:" no me preguntéis por que, pero esto es así". El de Electricidad y Electrónica era un Ingeniero técnico de Telecomunicaciones que a la menor se ponía nervioso y se hacía la picha un lío. Era muy bueno el que daba Física y Rafa Alcaraz, también farero e Ingeniero Técnico Industrial, que daba taller. Había treinta alumnos y tres alumnas. Enseguida me asocié con un grupo de seis que nos invitaron a Rita Gandolfo, a mi mujer y yo, a vivir con ellos. A Jaume Frontera le habían cedido una casa de ciento setenta metros cuadrados en la Calle Padilla. Un alma buena que se llamaba María Cassasalles, de Palma.
Montamos la sala de estudio en el comedor, una pizarra, una mesa inmensa y algunas librerías recogidas de la basura. Jaume sabía matemáticas por su formación de Ingeniería, se desenvolvía muy bien en Física, Un chico de Salamanca, que no dí aprendido el nombre, sabía dibujo y mecánica. Yo sabía Electricidad y Electrónica. Cada uno enseñaba lo que sabía y previamente había preparado. Julio Vilches tocaba la guitarra de maravilla y era tan inteligente que resolvía los problemas por lógica, Josep María Moral Plana como su nombre indica era un tipo estable. Liaba los porros para desintoxicar la intelectualidad. Rita Gandolfo, hija de fareros de Cabo de Gata sabía Álgebra. La procedencia y formación era de lo más surtido. Vilches había estudiado Medicina, Rita Empresariales, Josep María había patroneado una Golondrina en la Costa Brava. Florencio era mecánico y estaba macrobiótico. Luego arrasaba con mis guisos. Yo guisaba. Era el más viejo, veintisiete, el único casado y mi hijo Héctor tenía dos años. Mientras preparé las oposiciones se quedó con mis padres. María L., mi mujer, ganaba doce mil pesetas cuidando un niño de la edad del nuestro.
Esos tres meses de preparación dejaron un recuerdo imborrable de camaradería, cariño e inteligencia con todos los concursantes de la casa de Padilla. Lo pasábamos tan bien, que si alguien salía por la noche estaba deseando volver a casa, pues era más divertido.
Jaume compró un buho que vivía en una jaula y comía, cuando le dejábamos solo, parte de la casquería que yo guisaba. Un día, trajeron de la basura un bidé y una bañera, para poner plantas, los pusieron en el comedor, pero nunca trajeron tierra, ni plantas. El búho se largó de la jaula y buscó la oscuridad del motor de una nevera que calentaba, nunca enfrió. Guardábamos allí los apuntes. Hubo que tumbar la nevera para sacarlo, era un armatoste de los años cincuenta. Y así quedó, tumbada, como cualquier nevera que se precie.
En las horas de no estudio, podía verse en el comedor a un tipo tocando la guitarra sentado sobre una nevera tumbada, otro comiéndose un bocadillo de pan integral con tomate dentro de una bañera, mientras conversaba sobre las relaciones de la medidas de las pirámides con otros dos , uno de ellos sentado en un bidé.
Aprobamos todos los de la casa, menos Rita y el Charro. Rita se casó con Jaume y el Charro fue el número uno de las oposiciones a maquinista de Renfe. Meses más tarde, ya en mayo del 79, fuimos a hacer las prácticas a Alcobendas y vivimos directamente en un poblado de gitanos, que estaba al lado del Camping Madrid, en el Kilómetro ocho de la carretera de Burgos, donde llagamos a ser muy populares.

domingo, 7 de noviembre de 2010

POPEYE. Un loro.


Conocí a Popeye de casualidad, en una aldea del Río Pará en el laberíntico delta del Amazonas, se llamaba Afuá. Había pedido prestada una canoa para recorrer la zona con un Japonés que tenía una concesión maderera. En uno de los canales que navegamos había una pequeña motora. Los dos tripulantes nos hicieron señas y nos acercamos, saludos, un poco de fraternidad entre fumadores.
En los sitios donde no hay mucho consumo es bueno llevar objetos que se puedan cambiar: Una botella de alcohol, dos o tres cartones de cigarrillos, una radio a pilas, un cuchillo, una linterna, pilas...
La lancha estaba llena de sacos, unos doscientos, de cincuenta kilos. Tenían las dos manos unidas de la ayuda americana. Lo sabía porque en la escuelita donde fui de pequeño nos daban leche y queso que en las latas traían pintadas las manos y la banda de estrellas. Les pregunté que producto repartían. Soltando el humo por la nariz el patrón dijo:
- Raticida, los americanos nos envían raticida para desratizar la Amazonía.
-Y ¿como lo hacen?.
-Vamos poniendo sacas aquí y allá. Repartimos en los poblados, tratamos de dejarlas en lugares libres del río, pero es igual, llueve y lava todo.
La cara del japonés no movía un músculo. Como si viese "desratizar" el Amazonas todos los dias. El patrón me dijo si le vendía mis cartones de Winston, me quedaban dos enteros. Le dije, mirando una jaula diminuta ocupada por un papagayo y un periquito verde:
-Le cambio los pájaros por los cartones y un encendedor. Puse las tres cosas fuera de la bolsita de tela de colgar.
-Bueno, se nos va la alegría del barco.
Nos despedimos de los barqueros desratizadores y seguimos nuestra excursión remando con las palas hasta un pequeño almacén donde dona María, una mujer de edad, nos alquiló un gancho donde colgar la hamaca, que allí llaman "rede", aunque es de tejido. Compartíamos espacio con diez o doce viajeros.
Cuando, dos días más tarde, un lunes, llegué al barco el Capitán Don José María Berenguer Puvía, me miró con la cara de desagrado y alivio por mi ausencia y por recuperar las comunicaciones de radio con el armador. Creo que en el año que pasamos juntos siempre temió que en una de esas salidas no volviese. En aquel barco perder al telegrafista era quedarse incomunicado.
En mi camarote puse un palo para que los pájaros tuviesen más libertad, pero volaban a la jaula para dormir. El loro silvaba, pero no hablaba. El periquito le daba besos al camarero, que era un señor de Bilbao y le hacía todo tipo de gracias, a parte de darle garbanzos, lentejas o cualquier menu vegetariano. Le enseñó a decir "bonito" y el periquito lo repetía con una curiosa voz de soprano. En la mar los errores se pagan, el periquito cometió uno y no fué capaz de alcanzar el barco. El rebufo de la superestructura del "Sierra Jara" lo alejaba del costado y vimos desolados como seguía volando con nuestro rumbo, pero alejándose hasta perderse de vista.
Al día siguiente de desaparecer el periquito el loro empezó a hacer todas sus mariconadas y otras que nos copiaba, a cantar " la raspa" moviendo el cuello como si bailase, sin partitura, como le enseñó el camarero. Nunca conseguí que cantase la Internacional, debe ser que yo la entonaba mal.
Durante diez meses fue compañero inseparable y alegría del barco, seguimos saliendo a pasear a cubierta, pero nunca osó como el periquito hacer vuelo acrobático con las turbulencias.
Me adoraba, pero cuando lo dejé en casa de mi madre para irme a navegar de nuevo, su amor se convirtió en odio y me largaba un picotazo a la menor oportunidad, pedía de comer, gritando "comer!!!", conocía a mi hijo por su nombre, le gustaba ducharse, avisaba de la presencia de intrusos. Lo cual era un inconveniente a veces, pues mi padre era el conserje de la Delegación de Hacienda y vivía en el edificio. Cuando volvía tarde, él o alguno de los guardias civiles de servicio, que se ausentaban y volvían de madrugada, el loro pegaba tales gritos, que despertaba el Delegado, su familia y lo que es peor mi a madre.
Han pasado quince años desde que murió y treinta y siete desde que lo encontré, pero hay recuerdos que duran y duran... como unas pilas.

viernes, 29 de octubre de 2010

INSTITUTO DE PONTEVEDRA.



El Instituto en la actualidad.

En toda la provincia había dos institutos y algunos colegios religiosos autorizados. Los Institutos estaban separados por sexos. Masculino y femenino (solo se consideraban dos). Uno en Vigo y otro en Pontevedra. Y había uno laboral en Villagarcía. Había dos grupos por curso, el "A" y el "B". Mendoza y yo estábamos en la frontera, unos cursos en el "A" y otros en el "B". Como no venían emigrantes la M era una letra central. En cada aula había entre cuarenta y cincuenta alumnos.
Algunos de mis compañeros hace diez o doce años empezaron a reunirse el viernes antes de la Peregrina, que es en agosto, y cenar juntos. Los más reprimidillos se iban de putas después de cenar.
Cuando volví a Pontevedra uno de los organizadores me avisó. A mis ojos, los que había visto hacía cuarenta años como adolescentes aparecieron como lo que somos: abueletes. Cenamos, nos emborrachamos discretamente y fuimos a bailar al "desguace". El desguace como su nombre indica, es una discoteca clásica, se abrió cuando éramos jóvenes y seguimos yendo los mismos, cuando nos divorciamos, o nuestras parejas nos dan la noche libre (a saber por que). Es un sitio para ligar o morir en el intento.
Mi Santa a veces fue de incógnito y como no la conocían yo hacía como que había ligado. Pero este año fui solo y triunfé. Quedé muy contento. Al entrar vi como una dama mayor que yo (son las únicas que me miran), de buen porte, muy bien vestida y excesivamente enjoyada, me miró y salió a bailar, salté como un gamo a pesar de un dolor en la rodilla, rotura de menisco interno le llaman, me puse a su lado marcando el terreno. Bailamos y en las lentas empezó una conversación disparatada:
- Si te pregunto si vienes mucho, me vas a mandar al carajo. Estoy haciendo una encuesta por cuenta de la gerencia: ¿ Cual es el motivo de tu visita?
-¿Cuales son las opciones? En las encuestas siempre hay opciones.
-Claro: Vienes a buscar un amante. Vienes a emborracharte. Vienes a buscar pareja. Vienes a hacer las prácticas de baile de salón.
- Ninguna, soy una prostituta de lujo y por doce mil euros puedo ser tuya...
Me pareció genial y respondí un poco atropelladamente:
-Hostia, me harás una rebaja, que hoy solo he conseguido once mil quinientos...
Me cogió de la mano, y riendo me llevó a su mesa, no permitió que la invitase en vista de que estaba pobre y me contó su vida de emigrante en América y extravagante empresaria por estos lares.
Pero esa es otra historia.

jueves, 21 de octubre de 2010

PIERRE SAN MARTÍN.

Foto: Un Puma.

Entre las muchas fidelidades y felicidades que Diego me da, con las diferencias que separan a las generaciones, incluso entre padres e hijos, están sus amigos. Y los va haciendo como debe ser: en la vida, el trabajo, la música...
Diego, es uno de los muchos que luchan contra el fuego en nuestra tierra. Con contratos temporales, en empresas montadas más o menos con dinero público, que los dejan con su vida en precario largos meses al año. Estaba de capataz de una cuadrilla aerotransportada. Los bajan de un helicóptero en el incendio y allí lo combaten con mochilas, batefuegos o con otro fuego (contrafuegos). La encantadora Marta, su compañera, comparte el oficio. Entre Diego y el Comandante del helicóptero se estableció una relación de mutuo encantamiento. Esa relación fue perceptible cuando hace unos días lo trajo a comer.
Pierre es un piloto de Puma que se formó en el ejercito francés, estuvo en todos los conflictos desde Djibuti hasta la primera guerra del golfo, en todos los países del África francófona donde Francia tiene establecidos destacamentos, que es como decir casi todos . Pertenecía al cuerpo de Suboficiales pilotos, que una vez pasados veinte años de servicios no pueden ascender ni mejorar económicamente. Permaneció en el Ejército desde los diecinueve hasta los cuarenta años, a esa edad se hizo "Free-lance", firma un contrato por una campaña y pilota su amado "Puma".
- A veces los gabachos nos enamoramos de una máquina, es normal, esta creció conmigo.
-Y tu relación con España, ¿cuando empezó?
- Nací en Santander..., dijo arrrastrando un poco la r.
-!!!!!!!
-En casa dicen que mi padre no era muy amante de Franco y salió corriendo por los Pirineos, un año y medio más tarde le siguió mi madre, con mi hermano y conmigo. Nos criamos en Francia, no se volvió a hablar de España y en casa todos empezamos a hablar francés, hasta que mi padre se puso serio y dijo que teníamos que saber español, nos enseñó la gramática y el vocabulario. Gracias a eso aprendimos a hablar. Pero en la vida normal solo hablamos gabacho. Luego debí cambiar el nombre por Pierre, para evitar cosas en el ejército francés.
Pierre es un francés, creo que un buen francés, defendió los intereses del país que le formó, estoy seguro que con absoluta disciplina, fue a donde se le ordenó y por lo que sé trabaja con entrega y dignidad en circunstancias a veces muy difíciles para quien le contrata por una campaña, en los incendios gallegos o en las plataformas de petróleo de Arabia Saudí. Hace que el trabajo sea divertido y los que se la juegan con él le adoran.
Y es que los humanos supervivientes de tantas cosas, lo siguen siendo, ya piloten un Puma con bandera francesa o pesquen atunes con bandera de las Scheicheles. Inteligencia, tenacidad y capacidad de aprendizaje son características que no están escritas en ningún pasaporte.


lunes, 11 de octubre de 2010

Chinos. Premio Nobel de la Paz 2010.


Carmen la lunática me aclaró por que el Nobel de la Paz lo dan los noruegos. Hoy recorriendo zonas industriales en busca de un almacén de maderas que no quebrase iba pensando en la cantidad de criminales a los que se ha concedido el Nobel de la Paz: Sadat, Beguín, Kissinger...Muchos de ellos exponentes de intransigencia religiosa, racial y política, pero sobre todo económica. Se me ocurría la peregrina idea del bloqueo económico popular cuando me acordé de Amal, o Rocío como le gusta ser llamada aquí, una chica marroquí educada entre nosotros, que era partidaria de que a los ladrones se le cortasen las manos "como en Arabia Saudí". No entré en que habría que cortarles las manos a los jeques, reyezuelos y dictadores hereditarios que roban el pan de sus súbditos y siervos.
¿Cuantos emigrantes españoles defendían en los sesenta el régimen de Franco, con el país muerto de hambre y asesinatos ocasionales de gentes por delitos de opinión en comisarías o en manifestaciones? Los más pobres e ignorantes de entre nosotros, los que tuvieron que dejar tierra y familia, en muchos casos defendían el orden constituido en España. Espero que los hijos de mis compañeros de la emigración vean hoy a los Caudillos chinos, sudamericanos, africanos, a los ladrones de las corporaciones multinacionales como criminales.
No sirve de nada a nuestra educación y desarrollo dejar de tener tratos comerciales con chinos, iraníes, judíos, caudillos de cualquier latitud, o simplemente con los gobernantes corruptos que dirigen nuestras vidas y nuestras economías. La hijoputez no es condición colectiva, es individual. Hay que reconocer a los hijos de puta que nos explotan y maltratan a sus conciudadanos cualidades positivas: la tenacidad y perseverancia, el autosacrificio y la capacidad de seducción. Lo malo es para que las usan, sus objetivos.
De momento creo que voy a seguir quemando gasóleo buscando maderas tropicales, me tomaré una botella de champán francés y me compraré un kimono japonés fabricado en China y distribuido por unos yankees, para seguir dejando que me sodomice mi propio gobierno. Eso si, seguiré manteniendo la esperanza de que la visita papal produzca un milagro: Una explosión de decencia.
Aparecerían carteles de : "Las autoridades sanitarias desaconsejan el suicidio colectivo", no puede ser de otra manera, los suicidas no consumen, no pagan impuestos.

martes, 5 de octubre de 2010

DROGAS. Legalización.


Hoy pillaron en Barcelona una plantación de marihuana valorada en tropecientos mil si hubiese alcanzado el mercado.
Esta noticia me toca. Me toca que "negociantes" funcionen en base a una prohibición. Que amigos míos compren marihuana para hacerse tés, porque tienen un cáncer. Me toca, porque cuando iba a Nigeria, en pleno golpe militar pillaba a un hombre intentando robar la caja de los anticipos y no lo entregaba a las autoridades, lo que hubiese supuesto su muerte segura., al día siguiente recibía "a present" un regalo empaquetado en periódico: Medio kilo de marihuana. Regalé y fumé.
Con lo que tengo en mi entorno, un cuartel de la guardia civil y un supermercado de la droga "El Bao", distantes cien metros, hoy me planteo que hubiese sido de mi vida si la "maconha" brasileña, el hachís marroquí o las plantas de marihuana movilizasen tanto dinero como hoy y si a mi me hubiese llegado a interesar el dinero. Seguramente son pocos los marinos que no han recibido ofertas en ese sentido. En los setenta y ochenta todos los que trabajábamos en un barco o manejábamos uno, tuvimos ofertas. Hace unos veinte años que no consumo ningún tipo de drogas, a veces bebo vino o cava, pero soy fumador y la nicotina es una de las drogas más poderosas. Ya soy un delincuente, fumo en el curre, y me cago directamente en la Miembra del Gobierno y ya de paso en la Ministra de todos "estes " Medios. Y en la panda de interesados que mantienen la prohibición que cuesta al erario más de lo que costaría mantener a todos los drogotas tranquilos y a lo mejor hasta produciendo. La caterva de policías, guardia civiles, funcionarios de prisiones, jueces y políticos que viven de ello es mucho más cara a la corta y seguro que a la larga que dar drogas y tratamiento a todos los que deseen ser drogotas del país. Además: es como el adulterio, gusta más por el morbo de la infracción. Entrar en el juego de lo prohibido. Entre el paro que generan nuestros políticos y economistas, el menosprecio del trabajo como fuente de bienestar y la inutilidad de la formación académica para la consecución de objetivos, no es de extrañar que los más débiles de nuestros jóvenes se decanten por la dependencia y los más fuertes por la marginalidad, ocasionalmente violenta.
Con los fondos que se dedican a la represión podrían generarse grupos de investigación, industrias, obras públicas, formación de jóvenes que estarían encantados en dejar las drogas y dedicarse a la política, o como yo, a escribir chorradas.

sábado, 2 de octubre de 2010

SAN SIMÓN. El Lazareto.


San Simón y San Antón. Foto Turgalicia.
Escrupulosamente delicada
La belleza crece por intuición.
Liberado de si, de su yo impreciso
El sujeto extrañado de su territorio canta y deduce
Que de un conjunto de sonidos se forma el arpegio
La memoria ante el blanco acude con presteza y corrige el compás
En la orilla de la linea divisoria. Carlos Oroza "Preludio a Cabalum"

El tráfico marítimo siempre fue distribuidor de enfermedades. Cuando hacía de secretario de los capitanes alemanes (1973...) los impresos de sanidad de todos los puertos incluían preguntas como: ¿tiene algún tripulante enfermo con fiebre y/o diarrea?¿ Ha observado mortandad de ratas a bordo?. Las enfermedades más comunes a bordo eran las de transmisión sexual, solían curarse en tres días con tres chutazos de dos millones de unidades de penicilina. Al aproximarse a un puerto los barcos solían izar una bandera amarilla la "Q" que significaba, "mi barco está sano y pido libre práctica", simultaneamente se izaba la "G" que significaba "necesito práctico". Los primeros que subían a bordo eran los funcionarios de Sanidad, recibían su cartón de tabaco y su botella de whisky (en casi todos los paises como el nuestro) revisaban las libretas de vacunas de los tripulantes y daban la "libre practica".
Todo esto me venía a la cabeza cuando recorría la Ría de Vigo a bordo del "Miño uno" un catamarán de pasaje de Ría. Íbamos hacia San Simón una isla hoy "Centro de Interpretación", que en el Siglo XIX fue elegida como Lazareto del Puerto, sucediendo a otro que posiblemente estuvo en las Cíes, que por razonas obvias resultó inoperativo.
La ley de Sanidad de 1866, pionera para la época, establecía recintos aislados en las proximidades de los puertos, para que pasajeros y tripulaciones enfermas no transmitiesen enfermedades a la población, pasando en ellos la "Cuarentena". Apestados y leprosos pasaban allí sus días esperando el final. Cuando esta Ley entró en vigor, en España ya existían Lazaretos. El nombre viene de Lázaro, el de los evangelios, a quien Jesús resucitó de la muerte por lepra, según se creía. Entre el Turia y la Albufera hubo uno, los campesinos llevaban productos al "Lazaret", por proximidad evangélica el nombre se tornó "Nazaret", allí fue creciendo un barrio a la sombra de lazareto. Hoy Nazaret es el barrio maltratado de Valencia. Hasta su hermosa playa fue ocupada por una terminal de contenedores. Mi amiga Pilar Sanfrancisco decía: Seguimos siendo apestados. No importa quien mande....
La Isla de San Simón y la de San Antón distantes unos treinta metros, albergaban el Lazareto Limpio y el Sucio, posiblemente antes de la promulgación de la Ley. En el limpio pasaban la cuarentena los tripulantes y pasajeros no infectados. Los muelles no eran los mismos para oficiales y pasaje que para los tripulantes. La isla de San Antón o Lazareto sucio era en realidad una leprosería. Se dejaban los alimentos en las proximidades, sin contacto físico con los leprosos, posteriormente se construyó un puente con dos puertas de hierro, el espacio intermedio era el que se dejaba para que se hiciese la entrega de alimentos.
Con la Ley se incrementó la presencia de buques que aprovechaban la cuarentena para fumigar, calafatear y hacer reparaciones, lo que dio un notable crecimiento a la ciudad de Vigo. Crecieron los astilleros por la Ría, muchos de ellos creados por el impulso de los inmigrantes catalanes e indianos retornados. Un episodio especialmente doloroso en San Simón fue el retorno de los soldados de Cuba que sufrieron una terrible mortandad consecuencia de las enfermedades tropicales (1898). Toda la ciudad se volcó con ellos una temporada. Luego muchos de aquellos soldados de "cuota" poblaron las tabernas de historias heroicas.
En 1921 se cerró el Lazareto de San Simón.
La demencia senil de mi madre le deja recuerdos por momentos. Su tío Eulogio Espiño Amil. Era hermano de mi abuelo. Había sido emigrante en Buenos Aires, volvió socialista y estuvo de apoderado de su partido en una mesa electoral. Era maderero. En julio de 1936 huyó. Recién casado y con un recién nacido, se ocultó en las proximidades de su casa. Mi madre le llevaba alimentos por la noche. Su hermano, que cazaba con los caciques le convenció de que se entregase. Se salvó de la pena de muerte, solo veinte años. Al principio estuvo encarcelado en la "Escuela Normal" hoy delegación de Educación. Allí le llevaban ropa sin piojos y comida. Luego San Simón. Estuvo hasta 1943, fue indultado. Salió tuberculoso y loco. Murió a los seis meses y durante los breves momentos de lucidez miró a su hermano y pidió: Cuidad de esa pobre criatura.
Ni siquiera eso tuvo. Su hijo, abandonado por su joven madre, no tuvo el apoyo de los suyos. Se crió con su abuela y empezó a trabajar a los doce años. Fue albañil. Cuando en las Canarias una artritis degenerativa le impidió trabajar, fue vagabundo. ¿Vivirá?.
Carlos Oroza declamó en la Isla del Mal y la Enfermedad exorcizándola, sus versos Poe, Poe, Poe...poemando seguidos atentamente por la concurrencia eran aplaudidos cuando las bellas imágenes del otro Carlos, Vilas Bugallo, irrumpían en las paredes hoy limpias, que sin duda en sus cales albergaron mensajes de dolor.
De vuelta, los kilómetros de muelle vacíos del puerto de Vigo, me dan un dolor añadido. Locales de copas encima de una playa.
Mi madre sonriendo me dice: En esa isla conozco yo a mucha gente, pero no me acuerdo como se llaman.
-Non Mamá, non é esa Illa, ti coñeces xente na Illa de Arousa.
-Tes razón, esa é a Illa onde estivo o tío Eulogio.
No sé por que, pero hay visitas que dan ganas de llorar.

sábado, 25 de septiembre de 2010

HUELGA GENERAL.

Fotos en huelga. Póngale Usted la cara.


Antes de empezar a poner a parir a la panda que nos desgobierna y lleva dos mil años haciéndolo, y traicionándonos, quisiera darle sopa a una panda que me avergüenza.
Hijo desnaturalizado del franquismo, creí que la defensa de los trabajadores debería ser promovida por organizaciones de clase, asamblearias y libres: Los sindicatos. Recientemente he descubierto que los sindicatos están dirigidos por gente de otra clase diferente a la mía. Tal vez lo sospeché cuando Cándido Méndez abandonó una manifestación del Primero de Mayo en la que participé para asistir a una primera comunión. O cuando Roque, farero en Cabo de Peñas y representante de Comisiones Obreras en la junta de Personal de Obras Publicas de Borrell, pasaba información al Ministerio y se excusaba en un fax de que la Asamblea de fareros pidiese la dimisión del Director general de Puertos Fernando Palao (ex asesor de la UGT) y del Ministro, informando que no compartía esa opinión. Todos estos liberados siguen siéndolo, la Sociedad les nombra gobernantes y sus sindicatos dirigentes. Y ahora me convocan a una huelga. Se echaron a reir cuando se les dijo que la función y empresas públicas iban a ser privatizadas, luego consiguieron consejerías en los Entes privatizados. Los que no la hincaron nunca, que sus salarios siempre fueron más o menos regalados dicen que los que siempre hemos currado debemos parar. ¡Pero si ya estamos parados casi todos!, ¿que efectos económicos puede tener la huelga en un país improductivo?
Según algunas fuentes el número de liberados por acumulación de horas sindicales está entre cincuenta y sesenta mil, con costes promedio entre los 40 y 60.ooo Eurazos anuales.
Un país con empresarios ladrones, banqueros sin escrupulos por definición, politicos incalificables y trabajadores dirigidos por Ley por toda esta gente no tiene futuro. No producimos nada. Los funcionarios en mi curre copiamos datos de un ordenador para un cuaderno, los médicos rellenan impresos mientras las colas se agrandan, los trabajadores, ensamblan piezas para trastos con una vida útil de dos años y con un dispendio de materias primas sin nombre. Nuestros jóvenes languidecen esperando una oportunidad. Un edificio de veinte años es viejo, uno recién hecho es inhabitable. Mientras se han consumido recursos energéticos irremplazables, se ha desperdiciado esfuerzo y generaciones. Esto no es para hacer una huelga general es para hacer un arraso.
Los sindicalistas deben ser gente inmersa en el trabajo, no en los despachos ni en el correo-spam. Los empresarios deben encauzar ideas productivas e iniciativas innovadoras, los banqueros proveer los recursos financieros para alcanzarlos y los políticos marcar los objetivos e impedir abusos. Todo ello es lo que dicen debe ocurrir en una sociedad normal.
En un país donde siempre se construyeron más iglesias que escuelas, donde las clases dirigentes mantuvieron características medievales hasta 1978, donde a un trabajo se le llama curre y a un buen empleo "chupe", donde un empresario hace una quiebra fraudulenta y al día siguiente monta otra empresa sin más responsabilidad, donde el presidente de los empresarios siendo titular de varias empresas con quiebras, que no paga a sus trabajadores, se atreve a decir como hay que reformar el inexistente mercado del trabajo, cuya legislación nuestros políticos pierden el tiempo cambiando. Donde los bancos en vez de pagar intereses te regalan sartenes, en vez de captar capitales venden ordenadores, mientras financian pelotazos ruinosos que luego el Gobierno paga con recursos públicos. En España hay que derribar a las clases dirigentes. Los terroristas de ETA, la CEOE, la Banca, los partidos y los sindicatos, a la vista de los hechos, practican el mismo código moral: La extorsión al débil. Tengo miedo a la posibilidad de que los trabajadores practiquemos ese mismo código: La extorsión a nosotros mismos.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

EL NACIONALISMO: Una religión. Carlton J.H. Hayes.

Carlton Joseph Huntley Hayes

Entre las posibilidades que ofrece estar inútil físicamente está la de revisar la biblioteca. Entre la tontera del dolor, la de los calmantes y anestésicos es posible que un tipo de Columbia te dé la razón en algo, y además el por qué de las cosas que intuyes pero no puedes demostrar. Para eso hay que pasarse la vida en Columbia, Berkeley o así.
El libro que esta vez encontré fue publicado en 1960 y magistralmente traducido al español por M. Luisa L. del Real, para una edición de la UTEHA de México. Ni el medio siglo transcurrido ni el desarrollo de los recientes acontecimientos quitan una coma a la investigación del Dr. Carlton J.H. Hayes. Desde el sentimiento tribal y de pertenencia a un grupo superior, hasta el nacionalismo imperial de la preguerra de 1914, la represión de identidades nacionales, que con un buen acopio de unidad religiosa, mantuvieron los gobiernos imperiales, hizo renacer sentimientos tribales, que reclamaban un estado soberano, en muchos casos donde ya no quedaban trazas de nacionalidad. Tuvieron por tanto los nuevos nacionalistas que inventárselas. Lo explica el Dr. Hayes para estados hoy existentes, que en 1960 no sabía casi nadie de su identidad como nación. Lo hace con todo lujo de nombres, fechas y datos para territorios de los cinco continentes. Estudia la diferencia que existe en la lengua francesa entre país y patria. Partiendo del sentimiento tribal de unidad a través de la lengua común; las tradiciones y leyendas de base real o inventada; el apego al terruño de los antepasados y por último la tradición guerrera.
Eclosiona todo ello en los movimientos nacionalistas identitarios del 1870 en adelante, con el sin número de guerras, todas ellas basadas en la supervivencia del declarante, a sabiendas de que que traería a su nación más miseria y ruina que los supuestos beneficios evocados por los instigadores, normalmente las clases dirigentes.
Añade el autor la búsqueda de la supremacía racial, la identidad religiosa y la supuesta ventaja económica del estado desarrollado sobre identidades tribales. Así se han justificado guerras economicistas que Hayes no llegó a ver (Irán, Irak, Afghanistán, Vietnan, Camboya...) pero nosotros sí y en unos casos han sido una derrota confirmada y en otros llevan todo el camino de serlo. A todo esto, lo único que me viene a la cabeza iletrada que ha recibido tal exceso de información en pocas horas, es Espronceda:
"Allá muevan feroz guerra,
ciegos reyes
por un palmo más de tierra,
que yo tengo aquí por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes."
Pues ni así. Desde que los fondos del mar se saben ricos, ya se han establecido fronteras. En las islas gallegas hay que pedir permiso para navegar, tienen cojones los cabezas de ratón. Islas Atlánticas territorio soberano ya!

viernes, 17 de septiembre de 2010

EMIGRANTES.


La llevé un poco más de un kilómetro. Iba desde mi casa donde limpia cuatro horas a la semana, a la siguiente, donde limpia diez. Somos amigos desde que teníamos veinte años. Le pregunté como le iban las cosas.
-Mal. Hay muchas extranjeras, colombianas y así, que bajan los precios.
Me lo explicó en el gallego no normativo con que hablamos toda la vida.
No pude evitar ponerme como una fiera.
-No puedes hablar así. Primero porque no es cierto, segundo porque tú y yo somos gente modesta, tu marido ha sido emigrante en Francia. Yo lo fui en barcos de banderas piratas y compañías de capital alemán. Escuché a muchos alemanes decir que yo les quitaba el trabajo, que iba más barato... Lo mismo que dices tú hoy.
No dio tiempo a más. Ella se fue a sus limpiezas y yo a mis burocracias. Quedé jodido.
Me jode más que el húngaro Szarkozy, el marido de la italiana Bruni, desmantele campamentos de gitanos que son ilegales, indocumentados y marginales, pero sobre todo pobres.
Me jode más que los gitanos de la vecindad, hayan redescubierto la esclavitud, con esclavos ladrones, esclavas prostitutas, esclavos fontaneros a través del lucrativo negocio del menudeo de heroína. Perciben una ayuda del Estado (Risga: Reinserción social de Galicia) a bordo de automóviles de lujo, a cambio de nada. Sus hijos tienen prohibido aprender nada en la escuela, porque se "apayan". Sus matrimonios consanguíneos generan tanta enfermedad y gastos a la Sociedad como las drogas que distribuyen. Nada de ello es posible sin la connivencia de las autoridades.
Me jode lo del bar del hiper. Su dueño, un retornado creo que de Uruguay, cuando los gitanos del trapicheo empezaron a utilizar la esquina de su terraza para controlar el tráfico de compradores y los movimientos del vecino cuartel de la Guardia Civil, los echó. Un joven se le enfrentó alegando sus derechos ciudadanos, después del incoherente discurso dijo amenazante: Muchu cuidadu extranjeru, que eres un extranjeru.
Todo esto debe ser el resultado de la exitosa política de inserción social que tienen los gobiernos: Europeo, Español, Gallego y de Poio.
Solo veo una solución: Legalización de las drogas, venta en los estancos, pagando impuestos directos y no a través de las máquinas tragaperras. Igualdad interétnica en la educación y custodia de hijos y todas las demás normas legales.
Cambio de la política penitenciaria, mediante la introducción de pago de gastos mediante trabajo.
Desaparición de las múltiples instituciones policiales, o al menos unificación de criterios e intercambio fiable de información.
Se lo comenté a un paisano que me vende tabaco y cubalibres y está de acuerdo conmigo. Vamos a montar los dos un partido político que se llame PIG, Partido de los Ilegales Gallegos. A continuación emigraré para el otro mundo, con este no tengo nada en común, solo el tabaco, los cubatas y el vino.

domingo, 12 de septiembre de 2010

CUMPLEAÑOS.



Cumplo cincuenta y nueve tacos. Inevitablemente estas fechas de la historia negra de la Humanidad (11-S) obligan a mirar atrás. Y cuando uno se vuelve viejo mira más hacia atrás que hacia adelante. En esta mirada me queda más que agradecer que reprochar. Si no hubiese medíado alguna gente, como Ignacio Lomba, el patrón del "Carmen Pilar" que me recogió a veinticuatro millas al Oeste de Cíes, no lo hubiese podido contar, y mi vida no hubiese dado tanta risa durante tanto tiempo. Si no hubiese alguna mujer que me ha amado y a la que amé nunca tendría la percepción que tengo de la vida. Si no fuese por algunos amigos que me enseñaron, ninguno de mis proyectos hubiese salido adelante. Unos y otros han vuelto y están en mi vida, vivos y muertos se juntan en la memoria. No quiero pensar que hubiese sido todo sin el permanente y muchas veces sacrificado apoyo de mi Santa. Cuidó de mis padres y de mis hijos como si fuesen suyos, y a veces eso fue dificil. Ha dado mucho en estos dieciocho años, y lo ha hecho divertido, sin dramas.
No me ha salvado de un naufragio, pero me ha dado fuerza para salvarme en todos.
Gracias, Concha.


miércoles, 1 de septiembre de 2010

Nacho, EL MIMO.


El trabajo consistía en instalar y arreglar faros, boyas y balizas. Es un trabajo que se hace de día, pero soy un tipo serio, un vocacional. En los ochenta salía a comprobar dos o tres noches por semana que los faros funcionaban, recorría desde Monteferro hasta la Guía la costa; comprobando si lucían, si la característica era correcta. No fue culpa mía que el recorrido estuviese lleno de bares.
Numerosos músicos, poetas, pintores, actores... buscaban el sosiego y algún tipo de luz interior en lugares diáfanos para el espíritu como "El alma", "el Kremlin" y alguna casa de putas reconvertida en foro intelectual. Políticos, periodistas, autores proyectando siempre su primera obra, se entremezclaban con avistadores de luces como el infraescrito. Se celebraban "happenigs" que sin ser improvisados solían fracasar por pérdida de verticalidad, confusión verbal de un recitante o verborrea recalcitrante de un espontáneo.
Con este panorama parece normal que Nacho Otero se callase y su expresión fuese exclusivamente mímica. Lo que tenía que decir podía hacerlo sin pronunciar una palabra.
Beber refrescos me produce gases. Para alcanzar un punto alcohólico aceptable me arruino pagando copas, es por ello que dejé lo de ver faros por la noche y me dediqué a la reconstrucción de herencias gallegas y mas recientemente a la observación tenaz de fenómenos atmosféricos.
Tal vez sea el motivo por el que solo veo a los artistas de Vigo en casos de muerte o enfermedad. Por lo visto ahora ni eso. Hoy, diez días más tarde, me enteré de la muerte de Nacho, un señor del arte mímico, un noble de la escena. Un tipo tan legal y digno que tenía optimismo en su pobreza. Tanto que los demás no podíamos percibirla. La Administración tampoco. Como había heredado una casa, cuando ya no trabajaba no le reconocieron el derecho a la ayuda social. Se lo reconocen a los hijos de puta que envenenan a nuestros hijos cargados de oro y coches de gran cilindrada, a los ministros que lo único que hacen es joder trabajos serios para contratar asesorías, a los conselleiros y alcaldes que repiten obras para "sostener el empleo", eso si que es ayuda social.
El día que nuestros artistas callen por miedo o por hambre, los pueblos moriremos de tristeza. Nacho Otero "El mimo", nunca calló.

Un conocedor de Vigo, periodista de casta, Fernando Franco le dedica en Faro de Vigo un artículo. La foto viene del blog Gaviota, no soy capaz de enlazarlo.

viernes, 13 de agosto de 2010

EL NAUFRAGIO DEL "DELFIN DEL MEDITERRANEO"


El Capitán Carbajales en la actualidad.


Doy gracias a la vida por haberme cruzado con la gente que conocí. Una de las personas cuya bonhomía siempre recordaré es el Capitán Severino Carbajales López. Su madre le dio estudios con el duro sacrificio de la separación y la emigración a Venezuela, me lo contaba entre guardia y guardia en los seis meses de mili en la Armada. Nos separamos entonces, en 1972 . Salvo un breve encuentro casual, no volvimos a vernos hasta 1998. Figuraba en la lista de supervivientes del naufragio del "DELFÍN DEL MEDITERRANEO".
El naufragio.-
La motonave "Delfín del Mediterraneo" de 118 metros de eslora y 4581 Toneladas de Registro Bruto se dirigía de Gijón a Las Palmas con una carga de 280 Contenedores. Componían la dotación catorce personas. El 2 de febrero de 1998, en un fuerte temporal con olas de 15 metros, según los equipos de medida de los helicópteros y 8 metros según las estimaciones de los tripulantes, a 248 millas al SW de Cabo Sâo Vicente (Unos 450 kmts.) el buque comenzó a meter la proa en el agua, el Capitán y primer oficial decidieron inspeccionar los compartimentos de carga de proa, el primero que inspeccionaron tenía dos metros cincuenta de agua. Decidieron acercarse al Número uno, el de más a proa, al ver que en el compartimento inundado no subía el nivel del agua sospecharon que el agua estaba colándose a otro que había perdido estanqueidad. Intentaron poner el barco popa a la mar para evitar que la proa estuviese sumergida en el momento de la inspección y comprobar la estructura de la cubierta de proa. La hélice quedó fuera del agua y el motor se paró; el barco se atravesó a la mar, varios contenedores fueron arrancados de cubierta antes de que el Jefe de máquinas pudiese arrancar el motor principal de nuevo. Volvieron a la capa. Las bombas de achique echaban más aire y espuma que agua. Se acuerda el abandono. Carbajales emitió un mensaje de socorro por inundación en los compartimentos de carga, previamente había alertado a la Radio costera de la situación.
La tripulación tenía ya preparados los botes salvavidas. La decisión del Capitán de abandonar el buque en balsas y con trajes de supervivencia -que eran una innovación en el Salvamento Marítimo español- fue acatada. A las 17.00 toda la tripulación embarcó en dos balsas. Cada balsa tiene capacidad para dieciseis personas, en una embarcó el Capitán con los cinco oficiales, en otra al mando del contramestre el resto de la tripulación. Con el barco con el piloto automático, proa a la mar y muy poca máquina avante . Cuando se largaron las amarras de las balsas, el "Delfín" navegaba con sus luces encendidas capeando valientemente el temporal. El Capitán ve su barco alejarse mientras las balsas se machacan en las olas, arrastradas por la violencia del temporal. A su mente viene la historia de todos los buques, que abandonados por su tripulación han sido rescatados por una tripulación de salvamento que pasaba por allí. Es la seguridad de la gente contrapuesta al valor de la nave y su carga. La norma de supervivencia contra el prestigio profesional, las vidas contra los bienes.
El Jefe de Máquinas Angel Higuera Gómez le dice al Capitán con el que comparte balsa: "Te lo dije siempre Severino, ese barco es la hostia". Un minuto más tarde cuando la cresta de la ola les dio visibilidad, el barco entra por ojo en una ola y se hunde en unos minutos. Desde el momento del abandono tardó veinte minutos en hundirse.
En la balsa numero uno, los seis oficiales, con la seguridad de que su mensaje había sido recibido fueron evacuados uno a uno, tras unas horas de espera. Cada evacuación exigía que el tripulante se tirase al mar y cazase el arnés salvavidas del helicóptero, que luego lo izaba. El Jefe de máquinas dijo no podía respirar y se despojó del traje de supervivencia- una especie de traje de astronauta- Carbajales le ordenó ponérselo. Lo hizo, pero no abrochó la capucha . Cuando debía tirarse al mar para ser rescatado, un golpe de mar volcó la balsa que había perdido mucho aire. El Capitán salió de la balsa volcada orientándose por los proyectores de luz del helicóptero. Un rescatador del helicóptero del "ARGUS" bajó por el cable para rescatar al Jefe de máquinas que ya estaba muerto. La autopsia reveló que se había ahogado. Los detalles del rescate están muy bien descritos en "Escoben" . Cuando el Capitán llegó al "Argus" faltaba un hombre. La desesperación se adueñó de Carbajales. Si creyó morir cuando veía los sucesivos intentos de atrapar el arnés salvavidas lanzado por los helicópteros frustrados por olas de más de once metros, durante una pesadilla de tres horas, pensaba que el Contramaestre estaba perdido, no podría aguantar una noche más en la mar. El Capitán del Argus le aseguró que los helicópteros que iban a intervenir podían localizar un corcho de botella en la mar. No se lo creyó pero lo consiguieron: Antonio Sánchez Ríos , Contramaestre del "Delfín del Mediterraneo" era rescatado por un helicóptero del buque de guerra holandés "Tromp" hacia las diez de la mañana. Había permanecido en el agua diecisiete horas.
Su relato al Capitán es una muestra de pericia y buen hacer. Una hora después del abandono la balsa comenzó a perder aire, intentaron hincharla con el fuelle, pero algo se rompió, la balsa comenzó a deshincharse rápidamente. Debieron abandonarla. Formaron un círculo de donde fueron rescatados todos los tripulantes, hasta que quedó solo el contramaestre. En medio de la espuma, los helicópteros ya no pudieron verlo. Permaneció en el agua hasta las diez de la mañana en que fue rescatado.
El Capitán Carbajales estaba seguro del Contramaestre y los tripulantes. Gente experimentada, con entrenamiento específico.
Cuando leí la noticia en los periódicos, llamé a Carbajales, que muy emocionado me dijo que hacía cuatro días que había llegado a casa, estaba destrozado, nadie de la Compañía había llamado para preguntar por su estado de ánimo, solo un Jefe de Máquinas llamó para decirle hijo de puta.
Mi padre, que siempre dijo que los marinos éramos unos inútiles, gente que no valía para estudiar, vino a cenar cuando Severino me hizo ese honor con Julia, su esposa, y su madre. Estaba pasmado por lo que le expliqué y quedó muy emocionado por conocer a un "héroe sin guerra" según me dijo luego. Dijo a la madre del Capitán, algo así como:
-Señora, estará usted llena de orgullo por el valor de su hijo.
Es muy bajita, pero la vi crecer en su silla cuando contestó:
-Estoy contenta de tenerlo aquí, pero solo cumplió con su deber al salvar a su gente.
Siento mucho que la valiente señora no pueda ya enterarse de lo que escribo. Pero está a buen recaudo, cuidan de ella su hijo y su nuera que solo libran los sábados, cuando les sustituye una cuidadora.




domingo, 8 de agosto de 2010

CURSO DE FAROS EN BRENTFORD.

Foto Trinity House.
Aquel año (1985) me había castigado duramente: Había montado una empresa de energía solar, había perdido un amor que me había acompañado durante años, había embarrancado el "Tabeirón" en Portugal con lo que me habían salido tan caras las vacaciones como si pasase un año en Copacabana, para acabar de joderla me había liado con una elementa de mucho cuidado...En fin, un desastre.

Mi jefe de entonces era el Ingeniero de Caminos Enrique Disdier, que creo me apreciaba, aunque parecía más preocupado por las consecuencias de mi separación en mi hijo que por mis actuaciones arreglando faros. Hoy los recuerdos vinieron intensos, y apoyado por mis preces a San Google le localicé, está bien y aunque los trepas del PSOE destrozaron su carrera, pues era demasiado eficiente y tenaz para ser manejado por una panda de indocumentados, sobrevive. De muchos de aquellos solo queda algún artículo en la revista Obras Públicas de 1970. Debo además decir que Disdier posibilitó dando días libres mi participación en las intervenciones del pesquero"Xurelo" con Greenpeace contra los vertidos nucleares en la fosa atlántica a principios de los 80. Lo que da muestras de su talante.

Los cotillas de la oficina debieron contarle mis desventuras. Me llamaron a la Jefatura de Costas y me propusieron hacer un curso de Faros en Brentford, a las afueras de Londres. Imagino que para que me relajase. Acepté encantado. El curso fue un fiasco, al final nos pidieron un informe y en contra de lo que opinaban mis tres compañeros de otros puntos de España lo definí como un traslado de electricistas españoles a Inglaterra para enseñarles a colocar enchufes. Todo el mundo se mosqueó, con lo que la lista de mis amigos y admiradores se incrementó bastante.

El único que hablaba un inglés casi aceptable era yo. Por ello, la empresa fabricante, puso una intérprete madura y bellisima, era una española de nacionalidad iraní por matrimonio, exiliados por la caída del Sha de Persia. Cuando pasados diez días terminamos el curso, los de Pharos Marine nos invitaron a cenar para tapar su inoperancia. Naturalmente vino la intérprete. A cada lado de la intérprete se sentaron mis compañeros más veteranos, que estando próximos a la jubilación y llevando treinta años reparando y montando los equipos objeto del curso fueron enviados por el Ministerio a hacerlo. En mitad de la cena la intérprete, sentada frente a mí, hizo una seña, puse la oreja y como si hablase de las costumbres de las belugas, dijo en inglés, más o menos:

- One of the "gentlemen" by my side put his hand on my pussy, he found another hand there, that of the gentleman of the other side. Traduzco: Uno de los caballeros a mi lado me ha puesto la mano en el coño. Encontró allí otra mano, la del caballero del otro lado.

Miré a mis respetables y respetados colegas que seguían sin decir palabra y sin pestañear, con cara beatífica de músicos del Pórtico de la Gloria.

Cuando pedí su permiso al señor Disdier para incluirle en la lista de mis personajes y le conté el argumento de este relato, dijo al llegar a este punto:

-Ah claro, dejando bien alto el pabellón. Pon lo que te dé la gana.

Pues eso....




domingo, 1 de agosto de 2010

EL BLASFEMO. Un sueño.


A simple vista el vecino parecía el mismo. El andar pausado, los ojos brillantes. Cuando uno se fijaba en su cara algunas venas estaban más hinchadas, los ojos un poco más abiertos de lo normal y la pupila algo dilatada.
Hace tres días lo despidieron, le dijeron lo de los malos tiempos, lo de que contaban con él para una próxima iniciativa, que sería exitosa.
Con la venta del portátil, del reloj de procedencia dudosa que le había regalado su primo yonqui y la chupa de cuero que había adquirido cuando se dejara coleta para comprarse una moto, había conseguido unos billetes que no le daban para pagar el alquiler.
El "sudaca" del ciber le miró desconfiado cuando apareció una orden de impresión de mil copias. Se tranquilizó al ver que sacaba de los vaqueros un puñado de billetes arrugados. Cargó rápidamente papel en la impresora.
El panfleto decía en términos poco correctos que harto de pagar las deudas de los bancos, los vicios y corruptelas de la Iglesia Católica, las facturas de agua y basura que sufragaban campañas electorales y casas de munícipes, los sueldos de inserción de delincuentes que lo único que insertaban era una chuta, o la papelina desde el ventanuco en la vara del comprador. Que se echaba a la calle. Que se iban a enterar, aunque le mandasen a la Leire Pajón con una propuesta innovadora a la cubana.
Pegó unos cuantos panfletos en los tablones de anuncios del Ayuntamiento, los policías locales le miraron indiferentes, creyeron que era de algún sindicato. Fue a la Delegación del Gobierno, el conserje le conocía de las copas en el "Factory", el puticlub de casa.
-Coño, ¿que haces por aquí?
-Vengo a dejar unos panfletos en el tablón de anuncios de personal y en el del público.
-Ah. Allí a la derecha, la cerradura no funciona. Chao, gracias.
Fue a la Delegación de Hacienda y dejó dos por planta. En los juzgados puso uno en el Registro Civil. Allí el policía le paró porque no pitó el detector. "No tengo móvil y dejé las llaves en casa". Pase, pase. Fue subiendo planta por planta y dejando su panfleto en la corchera, entre subastas de casas y requerimientos. Alguno se fué a la papelera para dejar espacio y una chincheta libre. En el Juzgado de lo Mercantil nº 3, solo estaba una gorda, tenía una cara linda pero la obesidad mórbida la dejó con excesos por todos lados. Fue como si se oliesen. Llevaba pensando toda la mañana en ello, el calorcillo al apretar los muslos ante el teclado la había dejado ligeramente arrebolada. Vengo a dejar un panfleto... Lo empujó al archivo, "la maldita grasa, lo tapa todo, pero es muy tierna". La mano de ella frotó lo que un espasmo había dejado en puertas, buscando lugares sensibles. Mientras, él ya pensaba donde ir. Salieron juntos, ella quiso decir: ¡espera!, pero él ya estaba corriendo bajo la tormenta de agosto, tapando sus panfletos en la bolsa de plástico.
Pegó panfletos en cada iglesia de la ciudad, en la entrada y en el lateral de los confesionarios.
Se fue al albergue, allí había dos jóvenes de Senegal. "Salam-aleicum", "Salam". En el suelo alfombras, orientadas al levante-poniente, encima de las taquillas versiones del Corán, papeles enrollados con las Suras y algunos escritos en árabe a modo de pancartas en la parte más alta de las paredes.
-¿Nadie más, aquí?
- Hermanos ir a dinero para causa.
- Sois gilipollas, este es el peligro.
Arrancó las pancartas, tiró al suelo los coranes y todos los papeles que encontró, los pisoteó y no encontró un mechero con que plantarles fuego. Los jóvenes aterrados decían: "Blaspheme, blaspheme".
Al caer la noche, vio grupos de mulsulmanes de todas las etnias cerca de lo que había sido su casa. Pensó que debía armarse.
Iba mirando por las obras de la reposición anual de alumbrado público buscando un hierro suelto. Esta vez encontró un mechero Bic vacio.
Se fue al "Factory", el policía que hacía de guardián de noche a cambio de algún polvito de madrugada y cien euros estaba armado. Dormía a pierna suelta con la ventanilla de su coche abierta y pesadillas de agosto. Le puso el Bic en la sien, por lo metálico, muy bajito:
-Nin te movas, gilipollas. La mano izquierda cogió del regazo funda, pistola y cargador de repuesto, quitó el seguro y salió corriendo pistola en mano.
Fue entonces cuando desperté y el principio de una gran amistad.

miércoles, 14 de julio de 2010

Emilio Fernández. Camping Islas Cies.



Fotos Encarna Muiño.
En tiempos en que la clase política es una taberna y la clase empresarial un club de vagos reciclados, he encontrado en las Islas Cíes empresarios decentes. Durante treinta años he visto crecer su negocio, sin lamer el culo de nadie, sin sobornar, sin invitar a comer a las autoridades.

La Familia Fernández. La historia.
Un joven artista vigués Emilio Fernández Fernández se va a Madrid a estudiar pintura a principios de la década de los treinta. Entra en el mundillo, se relaciona con la bohemia de la ciudad y estalla la Guerra. Se presenta voluntario y alcanza el grado de Teniente. Realiza funciones de transporte. En Ademuz, pueblo de la provincia de Valencia conoce a una chica que come un bocadillo de huevo frito, le pide un poco. Ella, Doña Elvira Monzonis Blasco, recuerda hoy que se lo dio y solo su muerte, no hace mucho, les separó. La familia de la muchacha estaba aterrorizada, un Oficial de veintiocho años, posiblemente casado, pues le acompañaba un niño -un huerfano que había recogido tras el bombardeo de Cella- y gallego...Se casaron, Emilio fue destinado a Madrid, dejando al huérfano Antoñito de Cella a cargo de Cenadilla, un compañero suyo. Nunca lo volvieron a ver. Después de la derrota y la depuración llegaron a Vigo, la familia de Emilio no quería a Elvira, a saber donde encontró a esta, quien será...Tuvieron que volver a casarse. En principio, con sus antecedentes D. Emilio lo tuvo crudo, se hizo pintor de brocha gorda, los nuevos ricos de la posguerra empezaron a contratar sus servicios para sus nuevas casas, escayolas, colores, pan de oro, barnices, betún de judéa. Lo que ningún pintor local conocía, él lo aplicaba. Enamorado de las Cíes, al principio de los años 40, en cuanto podía se piraba a las islas con su señora y creciente prole, alquilaron en los primeros tiempos una habitación, conseguían el sustento cazando y pescando. Pronto compran un terreno con las ruinas "da casa dos vellos" que acondicionan, sus clientes de la pintura de la burguesía de Bouzas demandan habitaciones para pasar unos días en las Cíes. Pescadores y "bañistas" iban a tomar café. Su pasado combatiente volvió, no podía ser titular de un negocio. El Gobierno Civil no lo autorizaba. Pero a su hijo Emilio sí, abrieron el bar en 1956. Camping Islas Cíes.
El Reencuentro.
Por mi manera de ser la vida no me desvía, me da revolcones. Treinta años después de mi primera visita y dieciocho desde la última me vuelvo a encontrar con los Fernández en las Cies. El Camping ha mejorado mucho la calidad de sus instalaciones. Parece que se han acabado los tiempos en que el ICONA empedraba la casa forestal con los restos de un cenobio sin catalogar, tiraba las basuras por el acantilado y algún ilustre pretendía poner comederos a las gaviotas.
En 1980 el Balizador Rías Bajas transportaba al Servicio de Faros a las Cíes y eran frecuentes los pedidos de transporte de los "industriales" e instituciones asentadas allí. Siempre los atendimos. Los Fernández, que ya habían montado el Camping, nunca pidieron, alquilaban un barco. Por las especiales circunstancias de las islas me ofrecí a Emilio (hijo), pues me parecía deshonesto ser discriminatorio en los favores y el Patrón, Miguel, estuvo de acuerdo. Yo creía en la hermandad de la Islas, que obviamente no existe. Emilio, sorprendido por el ofrecimiento, me miró y dijo "Mera: Esto es un negocio, y los negocios deben financiarlos sus dueños que obtienen beneficios, no pueden depender de favores, yo alquilo un barco y viene cuando lo contrato". Dije que me parecía lo correcto. Nuestra relación siempre fue amistosa.
Estos días volví a las Islas a llevar a Encarna Muiño y su amiga Marilín, tripulaba el "Biniazar" mi amigo López Cota, mi relevo de contar nubes. Emilio Fernández va y viene para el aprovisionamiento, allí quedan sus hermanos Quico (Enrique) Fernando y Elvira, Fran falleció.
Mi primera sorpresa fue al pedir unas cervezas, el encargado de la cafetería era Correa, el mismo que en 1980 - José Antonio Rodriguez Correa debía tener veinte años-. Fue muy emocionante. Subí al restaurante, Quico y Suso el Portugués, su mujer en la cocina, los mismos que en el ochenta. Chasco y Alfonso Pérez, mantenimiento, transporte, admisión... Chasco se llama Enrique Rodríguez Abalde, según Emilio es una persona clave. Todos en invierno siguen trabajando en la empresa, que al efecto se dedica a la decoración de interiores, tienen una tienda: "Emilfer" en el Paseo de Alfonso, esquina Falperra de Vigo y hacen todo tipo de decoraciones.
Cuando Manolo López y yo navegamos de regreso a Marín pensé en ello, personal serio, competente y currante como el del Camping, que desde antiguo conozco, no suele tener problemas de empleo, solo siguen si están contentos. Muchos de los clientes de entonces han muerto, sus hijos siguen.
En Vigo fuí a ver a Emilio, le pedí que me contasé la historia familiar, para ponerla aquí. Le dije lo de los empleados y me dijo: "No son los más antiguos, este que está aquí, Enrique Barreiro, lleva cincuenta años, es el más antiguo, empezamos juntos con mi padre. Cambió los barcos de Terranova donde su padre era patrón, por la pintura, aquí sigue". El hombre sonreía con orgullo tras el mostrador. En el Restaurante trabajan 16 personas y en el Camping 15. Solo he nombrado a los que llevan treinta años, los hay de todas las edades.
Y es que pocas, pero algunas veces, en este país hay gente legal que ha crecido como empresa, que sus empleados no tienen un empleo precario, que los dueños trabajan codo con codo con sus obreros y no gastan sus beneficios en ostentación, sinó en mejorar su infraestructura. Los Fernández son de estos, por eso están aquí.

domingo, 4 de julio de 2010

Otra vez la vuelta a España.


Foto: Petri Benitez en http://www.cosasdecome.es/recetas/lisa-de-estero-en-escabeche-con-couscous-de-membrillo-de-petri-benitez-venta-melchor/

Con el oportunismo que nos caracteriza, mi Santa y yo aprovechamos que sus padres viven en la costa del Sol, y que mis colegas de la Marina mercante querían comer en Málaga, que queríamos darnos una vuelta por Madrid, para volar con pájaros de varias bandas (matarlos de un tiro queda feo). Así que recordamos noches pasadas en Guadarrama, comimos con Regina Sainz -la del Celina- en el Madrid de los Austrias, visitamos en Conil al burro Feliciano y a sus dueños, tan divertidos y amorosos como siempre, la comida en un lugar delicioso, especialidad en nuevas recetas de atún en la "VENTA MELCHOR"· Su dueña, Petri Benítez nos mimó lo suficiente como para volver . Frecuentamos a la familia. Regalamos a nuestro sobrino Oscar el consejero "El horticultor autosuficiente". Comimos con mis colegas de la Escuela y sus consortes en Málaga. Volvimos a casa tras una sesión fallida de baños en el Balneario de Baños de Montemayor y una magnífica comida en el Restaurante la Casona de Puebla de Sanabria.
La Generación "Nos" nos atribuyó un pasado celta poco probable a los gallegos, que la voluntad nacionalista dispuso como incuestionable. Aún así mantenemos nombres árabes en numerosas localidades, A Mezquita, Almuzara, Oxen... En Castilla no quedan tantos; mientras conducía me preguntaba por qué las inmensas planicies de belleza preocupante, con sus pequeñas lomas de tierra roja, acastilladas en cualquier elevación, tienen nombres godos en casi todos sus lugares.
Sus excesivas iglesias para tierra tan pobre me sugieren un apego de los cristianos a la tierra recién conquistada, deseando borrar un pasado de abandono y una falta de deseo de defenderlas por parte de los reyes de taifas, más aficionados al agua de los grandes ríos que a la defensa de la bella estepa. Metido en estos barrenes estaba aún cuando llegamos a Marbella. Mi Santa y mi cuñado disfrutaron los mundiales con población local, chinos del bazar de la esquina que fueron al bar a ver el partido, todos con la camiseta de España animando con sus niños y sus dos aquarius. La pareja de suecos con la camiseta a rayas de siempre, sentados en su mesa de todos estos años, seguían el partido, él llevaba a la boca de su mujer, ya incapaz de moverse en su silla de ruedas, pequeños bocados de la cena en "tapas", la limpiaba con ternura infinita y seguía el partido sin pestañear. Ella tenía un cierto brillo de alegría en la mirada, cuando España hacía una buena jugada o él le acercaba a los labios el vaso de cerveza con la pajita. Mi Santa protestaba de los fallos de España y su falta de energía. Yo disfruto admirando la suya y con los detalles de la pasión nacional que embarga a la mayoría de los asistentes: Multi-raciales, plurinacionales, parados y empresarios todos preocupados por la Roja. Me gusta que la gente pueda olvidar lo cotidianamente desastroso con el riesgo que afrontan unos cuantos jóvenes millonarios en África del Sur. Es lo que tiene el Capitalismo, cualquiera puede ser millonario. ¿Por qué coño querrán volver los mulsulmanes a el-Andalus, si ya vieron que los infieles podemos hacer un castillo en cualquier parte para defender nuestra pobreza e ignorancia?
Tal vez sea por lo mismo que yo nieto de emigrantes analfabetos e internacionalista convencido me alegro de que gane la Roja, de que exista cierta identidad nacional, aunque sea para el fútbol. Tal vez sea porque aquí se come bien.
Nota.- España estaba en cuartos.